Olvidarse de algunos detalles o disminuir en la agilidad mental podría ser parte del proceso natural del envejecimiento, pero cuando el olvido es constante, progresivo y cada vez más notorio por las personas del entorno cercano, es un síntoma asociado al deterioro cognitivo causado por el Alzheimer. Así lo advirtió el médico psiquiatra Cristopher Salirrosas, jefe del Departamento de Adultos Mayores del Instituto Nacional de Salud Mental.

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El especialista manifestó que dicha enfermedad es un tipo de demencia que causa problemas de memoria y otros problemas cognitivos, frecuente en las personas mayores de 60 años y también puede presentarse en edades más tempranas, aunque en menor frecuencia. Es lenta y progresiva, comienza con pequeños olvidos que muchas veces pasan desapercibidos; los cambios de humor y del estado de ánimo son otras señales iniciales.

Subrayó la importancia de la evaluación para un diagnóstico temprano, pueden acudir a los Centros de Salud Mental Comunitario implementados por el Ministerio de Salud. “El Alzheimer no tiene cura, pero puede controlarse los síntomas si es detectado a tiempo”, acotó.

Ejercitar la mente

En el caso de las pacientes con demencia, señaló que ellos requieren mantener sus conexiones neuronales en constante actividad; por lo que deben mantener un estímulo cognitivo constante con actividad física, ocupacional, de esparcimiento y al aire libre, en contacto con las personas.

Precisó que las condiciones de aislamiento y distanciamiento físico por la pandemia han limitado el contacto con el exterior. De tal modo que gran parte de los pacientes han intensificado sus síntomas, inclusive muchos han avanzado en el deterioro de su enfermedad “pierden progresivamente la capacidad de fijar y evocar sus recuerdos, olvidando incluso a sus familiares y seres más queridos. Este escenario genera tristeza, frustración y resignación de los familiares”, dijo.

“Mi esposo empezó a cambiar, se puso agresivo conmigo y olvidaba el nombre de mis hijos y otros familiares. Sufrí mucho, pero estoy más tranquila porque está recibiendo su tratamiento”, señala Natalia, cuyo esposo tiene Alzheimer.

En ese sentido, Salirrosas recomendó a los familiares y cuidadores ayudarlos a conectar nuevamente con su entorno social más cercano y realizar actividades que ayuden a que el cerebro se mantenga estimulado para no acelerar su deterioro. Además de seguir las indicaciones médicas, rehabilitación, mantener alimentación saludable y evitar exponerlos a la sobreinformación. Y, sobre todo seguir aplicando las medidas de higiene y cuidado sin bajar la guardia, porque la pandemia no ha terminado.

Bajo el slogan “Aunque ellos nos olviden, nosotros no nos olvidamos de ellos” psiquiatras, psicólogos, enfermeros y técnicos que conforman la Red de Apoyo de Adultos Mayores del INSM homenajearon a los pacientes adultos mayores acompañados por sus familiares.

El doctor Humberto Castillo Martel, director general del INSM destacó el aporte profesional y el involucramiento con el paciente, un reto no solo por la parte cognitiva, sino porque es una tarea de contacto humanizado y emocional, más allá de lo médico.
Las actividades integradoras se realizan a fin de que los pacientes sepan que no están solos y que cuentan con una red de pertenencia que además de la atención clínica también los ayuda a renovar sus emociones, fortalecer su autoestima y socializar; contribuyendo a una mejor calidad de vida. De acuerdo a la OMS, se estima que para el año 2050 el número de personas con Alzheimer ascienda a 131.5 millones.