Tomar poca agua en el día o reemplazarla por bebidas gasificadas y azucaradas, puede duplicar el riesgo de desarrollar una enfermedad renal crónica, provocando alteraciones en las funciones depurativas del riñón, al estar sometido a concentraciones mayores a lo requerido y creando cristales o cálculos, que causarían cuadros obstructivos que a futuro generarían problemas mayores.

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El doctor George Vásquez Grande, jefe del Servicio de Nefrología Clínica del Hospital Nacional Edgardo Rebagliati Martins de EsSalud recomendó beber como mínimo ocho vasos de agua al día, el equivalente a dos litros, y evitar el consumo de gaseosas para un buen funcionamiento de los riñones.

“Las gaseosas tienen una excesiva cantidad de azúcar en su composición, lo cual favorece la aparición de diabetes, obesidad e hipertensión arterial; eso genera a su vez insuficiencia renal crónica a largo plazo. Además, estas bebidas tienen una concentración importante de sodio que también favorece para la aparición o perpetuación de la hipertensión arterial, dando paso directo a la enfermedad renal, así como al deterioro de los huesos”, detalló.​

Respecto al consumo de agua, el especialista informó que existen estudios que indican se debe tomar entre dos litros y medio de agua al día. “Además, en algunos casos la tendencia es a aumentar la cantidad, tal como sucede con los deportistas, gestantes o personas que viven en lugares cálidos o padecen de cálculos renales”, resaltó.

Asimismo, señaló que niños y ancianos son más propensos a sufrir deshidratación, “una causa habitual del daño renal agudo que afecta a 200 personas por millón de habitantes al año, y que puede ser la puerta de entrada a la insuficiencia renal crónica, con la consiguiente necesidad de diálisis permanente y trasplante renal”, precisó.

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El doctor Vásquez Grande, explicó que los riñones son los grandes purificadores del organismo, y gracias a ellos nos liberamos de las toxinas. “Pero la brusca caída de esa función produce lo que llamamos daño renal agudo, y la particularidad de este evento es la rapidez con la que se produce, que puede ser de solo muy pocas horas o días”, aseguró.

El agua es saludable, beneficia la activación de todos los órganos internos, además de disminuir la presión arterial, eliminar los excesos de sales, urea y toxinas del cuerpo humano, favorecer la no formación de cálculos renales y evita que el paciente tenga infecciones urinarias.