EPOCA PRE INCAICA, INCAICA, DESCUBRIMIENTO Y CONQUISTA, VIRREINATO, EMANCIPACIÓN, EPOCA REPUBLICANA
Chimbote a través de la Historia, epocasEpoca Pre Incaica
Existen evidencias de la existencia del hombre de la “Edad de Piedra” en la “Cueva del Guitarrero” en la Cordillera Negra de Ancash, como también en la Pampa de los Fósiles, Chivateros y Paiján, en la Costa; lo que nos permite deducir que los inmigrantes nómadas se movilizaron tanto a la costa como a la sierra.
La ubicación estratégica de nuestra provincia, flanqueada por un mar generoso y río de caudal permanente, paso obligado hacia los cuatro puntos cardinales, con variada flora y fauna siempre presente, tuvo que ser lugar de reposo, caza o de tránsito de los antiguos moradores de América.
El hecho de que a la fecha no se hayan encontrado restos que avalen su existencia en la provincia del Santa; sea posiblemente producto de su destrucción por los aluviones que continuamente se presentaron por la zona, o porque aún nos falta seguir escudriñando el pasado para ubicarlos, no significa que no anduvieran.
Por estos lares se asentaron grupos pertenecientes a los “Yungas”, posteriormente pertenecientes a las Culturas: Mochica, Chimú; como también de otras culturas: Chavín, Sechín, de los que se han encontrado vestigios que prueban su existencia.
El descubrimiento de nuevas huacas como la “de Santa”, la Hedionda, en el cerro Campana, sumadas a las ya conocidas como la huaca del P.J. “San Pedro”; el latente reto de sus obras hidráulicas, con sus canales de regadío y andenes; la gama de CERAMICA que exhibe : cántaros, ollas, platos, incluidos los pornográficos y de avanzada cultura; VESTIGIOS MARINOS : collares de colmillos de los lobos marinos, anzuelos de conchas, etc. VESTIGIOS AGRICOLAS: semillas de pallares, maíz, frijoles, algodón, etc. OBJETOS: Chinchorros , anzuelos de huesos, piruros para hilar, tejidos y de sonido. Nos lleva a precisar que en sus inicios fue una cultura dedicada a la agricultura y a la pesca.
De simples y rudimentarios pescadores aprenden a construir material de pesca más perfeccionados como las balas y los “caballitos de totora”, para extraerle al mar su apreciado don, sin descuidar los ríos; van adquiriendo nuevos conocimientos y empiezan a trabajar en alfarería, utilizan el barro, la arcilla que abunda por la zona. Luego se van organizando y políticamente adquieren un sistema teocrático y militar, regidos por caciques.
Epoca Incaica
El Inca Pachacutec, que gobernó de 1438 a 1471, continuó con las campañas de conquista iniciadas por su padre el Inca Wiracocha, logrando dominar gran parte de los territorios pertenecientes al Gran Chimú, con el aporte de su hijo Inca Túpac Yupanqui, a pesar de la denodada resistencia de los lugareños.
Su hijo, el Inca Túpac Yupanqui, en sus campañas de expansión por la costa norte del Imperio Tahuantinsuyo, somete Paramonga, hasta llegar al valle de Santa”.
“Santa fue el último baluarte de la defensa de los yungas, el pueblo Mayao se batió heroicamente; en él se habían reunido los guerreros de los diferentes valles de la costa, imponiendo tal resistencia como ninguna otra habían experimentado los incas anteriormente, lo que mereció el reconocimiento de éstos”. “Con su derrota, se dio pase al sometimiento del Gran Chimú, con su Capital Chan Chan, unificándolo así al Imperio y otorgándole admirable legislación”.
El Inca Túpac Yupanqui, terminó la conquista iniciada por sus antecesores. Estos pasajes son relatados en forma admirable por el Inca Gracilazo de la Vega, el R.P. A. Gridilla, Pedro Cieza de León, entre otros. En la actualidad escasos vestigios se pueden notar en Chimbote, entre ellos, el “Camino Real del Inca”, que se encuentra enterrado y casi completamente destruido a la altura de los cerros de arena conocidos como: “Tres Cabezas”, al S.E. de la ciudad. Este camino fue construido con adobes, cubierto con petates y de un ancho aproximado a los tres metros.
Descubrimiento y Conquista
Luego del período del Inca Huayna Cápac y el posterior reinado de sus hijos, Huáscar y Atahualpa; el imperio se encontraba desarticulado y resquebrajada su unidad monopolítica por las luchas fraticidas entre éstos. Es precisamente que en ese estado nos encuentran los conquistadores españoles, en especial Francisco Pizarro, quien llegaría hasta la desembocadura del Río Santa, en su segundo viaje de descubrimiento.
Diego de Almagro, cruzaría el Valle de Santa, en su camino hacia Quito, en 1534, con el fin de “detener la marcha del Adelantado don Pedro de Alvarado, que les significaba un peligro” para las ambiciones personales de los conquistadores.
Francisco Pizarro moriría en 1541 asesinado por los almagristas, quienes proclamarían a Diego de Almagro “El Mozo”, como Gobernador del Perú. Cieza de León en su “Guerra de Chupas” nos describe aconteceres del paso del Gobernador Cristóbal Vaca de Castro, a su regreso en 1542 de Chimbote. “….. Cómo ya estuviesen los grandes edificios y aposentos de aquel pueblo arruinado en las llamadas evegas del río llenas de escabrones y cañaveras, con grandes florestas muy espesas, críanse gran cantidad de mosquitos”.
De la bahía de Santa, en 1545, Gonzalo Pizarro se dirigiría a Chimbote en busca del Virrey Vasco Núñez de Vela, para batirlo. El cronista Cieza de León nos describe sobre los indígenas de Santa andaban vestidos con sus mantas y camisetas y las mujeres lo mismo, llevando en la cabeza, “sus ligaduras y señales”. Después del ajusticiamiento de Atahualpa empieza la extinción de los naturales, quienes fueron adjudicados a las encomiendas.
El Virreinato
Durante los primeros años después de la conquista, el Rey de España entregó el Gobierno del Perú a los denominados “Adelantados”, el primero fue el Marqués, don Francisco Pizarro, los que en poco tiempo repartieron el territorio en Encomiendas. Estos encomenderos nombran Gobernador a Francisco Pizarro, sistema que trajo muchos problemas; para que en 1542 se deje al mando político, civil y militar en manos de los Virreyes.
El año 1549 se comienza en el Perú a nombrar y expedir Títulos de Corregidores, antes se nombraban sólo Tenientes Gobernadores. El año 1569 el Virrey Lope García de Castro, divide el Virreinato en provincias. Fray Reginaldo de Lizárraga manifiesta que en Santa “es abundante de todo género de mantenimiento donde se comienza hacer trapiches de azúcar y muy buenos”.
Santa era paso obligado de proveimiento de los navíos que iban a Panamá y a Nueva España (México). Augusto Alba nos dice que “La Villa de Santa tenía Regidores que se elegía un Alguacil Mayor con voz y voto en el Cabildo por provisión que para ello dio el virrey”. En 1784 se crean las Intendencias.
Emancipación
Se resalta el espíritu de información revolucionaria que animaba al Párroco de la Doctrina de la Villa de Santa, Licenciado don Pedro de la Puerta, quien conferenciaría con don Luis Benito Benet, Secretario del Almirante Inglés, convertido en Jefe de la Escuadra Libertadora, Lord Tomás Alejandro Cochrane, en su “segunda expedición con el objeto de hacer desembarcar emisarios secretos y repartir proclamas del General don José de San Martín”, el 19 de noviembre de 1819; navíos que fueran “divisados por un indio pescador de Chimbote”. Don Mariano Torrente nos dice del “Desembarco verificado en Huambacho con el objeto de hacer aguada, a pesar de las dificultades que ofrecen las resacas en aquella playa”.
El aporte de la mujer fue muy valioso durante la guerra de la independencia, exhortando a los patriotas o convertidas en guerrilleras; Francisco Javier Mariátegui nos explica “Verdad que San Martín levantó su ejército Real, eran reemplazos mandados del norte, de los heroicos pueblos que comprenden los departamentos de Ancash, La Libertad, Piura, Cajamarca y Amazonas, pueblos que dos veces hicieron cuanto pudieron por salvar el Perú en 1820, cuando San Martín desembarcó en Huacho, y en 1824 cuando Moyano entregó al Rey los Castillos”.
James Paraissien, en “Anotaciones para un diario” comprendido entre el 18 de Agosto de 1820 y el 19 de Marzo de 1821, anota “según anuncios recibidos de Santa y Huarmey, ambos lugares han declarado su adhesión a la causa patriótica”.
El 12 de febrero de 1821, el Generalísimo don José de San Martín dicta el Reglamento Provisional de Huaura, en lo que respecta a la demarcación política del territorio que se hallaba bajo la protección del Ejército Libertador, dividiéndolo en 4 departamentos: de Chimbote, Tarma, Huaylas y el de la Costa, integrado por Santa, Chancay y Canta.
El patriota don Manuel Pomiano, cura de Moro, Capellán voluntario de nuestras tropas, presente en la jura de la independencia de Chimbote, expresa en su expediente que por orden de Torre Tagle, marchó desde Nepeña el destacamento comandado por el Sargento Mayor don Juan Franco y el Capitán Félix Olazábal, más tres alférez y 166 soldados , para auxiliar Chimbote.
El Almirante Tomás Cochrante de regreso del Norte del Perú, arriba a Huambacho (Samanco), el 12 de abril de 1822, para aprovisionarse de agua, leña y otras vituallas; haciendo uso de la fuerza ante órdenes impartidas por el General San Martín, de no atenderlos; luego de cuatro días enrumbaría el 18 de abril al Callao.
Ya instalado el Congreso Constituyente, el 27 de setiembre de 1822, decretaría “que la Suprema Junta Gubernativa, en nombre de la Nación, ofrezca a Lord Cochrane, Almirante de la escuadra chilena, los más expresivos sentimientos de gratitud, por sus arriesgadas hazañas a favor de Perú, hasta aquí sumido bajo la tiranía del despotismo militar; pero ahora árbitro de sus destinos.
Javier Luna Pizarro, presidente; José Faustino Sánchez Carrión, diputado secretario, Francisco Javier Mariátegui, diputado secretario….”; exclamando éste “El Congreso del Perú al aceptar la renuncia de San Martín, asignábale una pensión de veinte mil pesos anuales, mientras que a la escuadra y a mi no nos daba otra cosa que…. las gracias”; definiéndole Germán Leguía y Martínez. ¡Aquel hombre, tan grande en las hazañas y tan pequeño en las aspiraciones, habría preferido la pensión : valía para él más un puñado de oro que la gratitud de un pueblo, refiriéndose a Cochrane.
José de la Riva Agüero, ungido Presidente del Perú al dejar Don José de San Martín el Protectorado, es apresado en Chimbote, el 25 de Noviembre de 1823. El Congreso de la República había acordado otorgarle los máximos poderes al Libertador Simón Bolívar, con el objeto de que derrotara completamente al ejército español.
Riva Agüero, era partidario de la conversión del Perú en un Reino dependiente de España; motivando que el Coronel Antonio Gutiérrez de la Fuente lo deponiera en circunstancias que en Lima gobernaba Torre Tagle con aprobación del Congreso. Mientras tanto en Santa, era aprehendido el General Ramón Herrera, Jefe adicto al Presidente Riva Agüero, por el entonces Sargento Mayor, don Ramón Castilla.
Don Simón Bolívar permaneció en Santa el 27 de diciembre, y en Nepeña el 28 del mismo mes de 1823. En 1824, el General Simón Bolívar ya con plenos poderes, desde Chimbote ordena la contribución de Santa a la causa emancipadora, respondiendo el pueblo con bienes y contingente humano.
Epoca Republicana
El 12 de febrero de 1821, desde su Cuartel General en Huaura, el General San Martín, dictó el Reglamento Provisional que ordenó la creación de 4 departamentos: Chimbote, Tarma, Huaylas y la Costa, esta última integrada por Santa, Chancay y Canta. El 23 de enero de 1830, el gobierno del Mariscal Gamarra, une Santa con Chancay.
El 17 de marzo de 1835, por Decreto, el Jefe Supremo de la República, Felipe Santiago Salaverry, ordena su separación, dispositivo que recién se cumple el 2 de setiembre de 1836, durante el Gobierno del General Andrés Santa Cruz.
EL 23 de marzo de 1857, durante el Gobierno provisional del Gran Mariscal Ramón Castilla y Marquesado, es trasladada la Capital de la provincia del Santa, al pueblo de Casma. Por ley del 11 de agosto de 1826, la Villa de Santa es hecha Capital de Provincia; hasta el 14 de abril de 1950, en que Chimbote mediante el Decreto Ley Nº 11326 adquiere la categoría de Capital Política de la Provincia del Santa.
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